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“NOCHE OSCURA EN EL ALMA DE CHILE”.

Hace seis siglos atrás, San Juan de La Cruz, gran poeta místico español, habló en sus escritos, sobre la “noche oscura del alma”, en la tristeza que sufre el alma humana, cuando se aleja de Dios. Esa misma “noche oscura” se refleja en los tiempos actuales, no solo en el mundo entero, también en Chile, y ¿Por qué se produce esto? Por la apatía cívica, moral y espiritual, en el alma y en el corazón de los jóvenes de hoy.

Apatía Cívica, porque los jóvenes ya les da lo mismo todo, no se inscriben en los registros electorales, ni quieren votar ¡por eso hay un “envejecimiento” electoral en Chile¡. Los adultos mayores apechugan más que los jóvenes en materia social y cívica.

Apatía Moral, porque los jóvenes se entregaron a la vida fácil, a casquivanos estilos de vida que ellos creen que los regocijan, pero ciertamente los está matando por dentro.

Y Apatía Espiritual, porque los jóvenes se han alejado de la fe cristiana, y han cedido sus almas al pecado, a las drogas, y a los placeres terrenales,

Jóvenes de la patria mía, no piensen que estas palabras prudentes vienen de un pesimismo atroz, es la realidad viviente que está asfixiando a nuestro país, si en Chile y en el mundo entero, todo hubiera sido perfecto y el pecado no existiera, no habrían madres solteras, no habrían jovencitos canallas e irresponsables que embarazan a inocentes muchachas y se echan a volar.

No habrían delincuentes, ni borrachos, ni drogadictos, ni gentes consumiendo marihuana, ni haciendo cosas inmorales ante los ojos de Dios, ni ideologías contrarias a la vida humana (homosexuales, lesbianas, machistas, feministas, y grupos pro- aborto y eutanasia).

Tanta gente que se llena la boca, hablando de Derechos Humanos, y los humanos no son derechos, consigo mismos, ni con nadie, ni matrimonios que se disuelven por razones obvias, pues hay más divorcios que casamientos en Chile. Quizás porque hay muchos convivientes (por no decir, amantes o concubinatos), pero son los hijos de estas parejas, los que sufren con todo esto.

De nosotros depende sacar de la noche oscura a los jóvenes de nuestro Chile, de llevarlos de las tinieblas a la luz eterna que ni los vicios y las injusticias del mundo, no apagarán jamás, esa luz eterna, estimados lectores, es Cristo Jesús. Que el Señor les bendiga y les guarde, y estas palabras les lleven la paz a sus almas, Amén.